El mundo en una mochila
Crónicas. Una entrevista con Bowles en Tánger, una cena atendida por ciegos en Zurich y un safari africano integran este atractivo diario de viajes.
POR HECTOR PAVON
¿Encontraría el cassette con la entrevista a Paul Bowles? Uno termina involucrado con esa pregunta al seguir viaje a viaje la empresa simbólica que se puso como meta Carolina Reymundez para poder escribir este libro. Un objetivo que representa todos los objetivos del mundo. Del mundo que se le ha hecho pequeño a esta viajera (no turista) a quien le quedan sólo un puñado de países por conocer. El resto los ha transformado en crónicas, notas cortas, pensamientos y textos de alta costura literaria en un volumen atípico llamado El mejor trabajo del mundo.
La entrevista a Bowles ocurrió hace más de 20 años en Tánger, Marruecos. Allí, el autor deEl cielo protector había convertido su departamento en la Meca a la que llegaban escritores y viajeros como Reymundez. Tiempo después, ese encuentro magnificado organizaría este libro que podríamos reducir a crónicas de viajes. Pero supera esa clasificación. Hay una novela que la envuelve en primera persona y que compromete al lector ante un diario personal abierto al mundo recorrido por anécdotas y consejos; amores y separaciones; multitudes y soledades. Viajar es un placer, tener el mundo en la mano la sensación precisa. Es una vida elegida que muchos envidian y que ella practica trasladándola al papel con un entusiasmo que se viraliza en la constelación de quienes cruzan fronteras.
Hay un ensayo permanente del viajero y su sombra, de la estela que deja, capaz de atravesar todos los accidentes geográficos de manual y que lleva a la crónica de viajes a una lectura fina de quien va a visitar un lugar y pretende tener una experiencia más allá delsouvenir comprado en una tienda global. El género tiene su origen en tiempos lejanos: reconoce antecedentes en las crónicas de los viajeros que debían rendir cuentas a las coronas europeas de sus viajes por las colonias, en la era de las travesías en carabelas. En los últimos años encontró un público que la elige para disfrutar de un lugar ya conocido o a punto de conocer y plumas estilizadas que la desarrollaron como género. La autora forma parte de ese colectivo y lo evidencia en sus textos.
El libro guarda un lugar donde brilla la cronista escritora y su muestrario narrativo fluye a modo de álbum fotógráfico. Los matices están marcados por las emociones y las contradicciones: una cena a oscuras atendida por mozos ciegos en Zurich; un arreo de vacas en el sur chileno; el DF desde la óptica del hombre más rico del mundo; un safari africano; el desierto de Atacama; la India; el Sur, el Norte, el mundo entero… Y así nos acerca aquello que vio, sintió, amó y olió a lo largo de más de dos décadas de pasajera, mochilera, viajera y periodista de viajes. Sensación que la autora resume así: “Viajar, recorrer, asomarse a otros mundos y volver para contarlo”.
http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/resenas/Carolina-Reymundez-mejor-trabajo-mundo_0_1118888128.html
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