Uno de los objetivos que más preocupan a
los maestros, es lograr que sus alumnos aprendan a leer y escribir, y
para ello intentan encontrar métodos y estrategias que aceleren el
aprendizaje en la clase. En este artículo os comentamos algunas de las
estrategias que durante nuestra labor docente nos han resultado muy
útiles con nuestros alumnos. Antes de
recurrir a las tarjetas de memoria y a los ejercicios, se debe
considerar la progresión natural de las capacidades de alfabetización en
los niños. Las actividades de lectura apropiadas para su edad fomentan
el amor por la lectura y les provee de una base para las capacidades
emergentes. Pasa tiempo compartiendo tus observaciones e investigando
sobre alfabetización con los directivos y padres. Lograrás un programa
apropiado para el desarrollo exitoso, si los educas e invitas a
colaborar contigo. Algunas de las estrategias que mejor resultado dan
para ayudar a los pequeños en el proceso de aprendizaje de la
lectoescritura son las siguientes:
Leer a nuestros alumnos.
Leerles a los niños en tu clase es el componente más importante de cualquier programa de alfabetización. Elige literatura de alta calidad con ilustraciones simples y brillantes. Usa libros grandes, de ser posible. Antes de comenzar una historia, muéstrales la tapa. Pregúntale a los niños sobre de qué les parece que trata la historia, basándose en la ilustración de la tapa. Lee el título, demostrándoles cómo las palabras van de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha. Comparte tu entusiasmo diciendo algo como: “Ésta es una historia fabulosa porque”, y explica la importancia de la historia. “No puedo esperar a compartirla con ustedes”. Señala sutilmente alguna palabra simple o imagen representativa de la historia. Asígnale una a cada niño para que retenga cuando esa palabra o imagen aparezca en la historia. Este ejercicio alienta la capacidad de escucha y presenta algunas palabras a los niños. De vez en cuando señala letras individuales para que los niños aprendan a reconocerlas y entiendan que las palabras están compuestas de letras. Siempre haz el sonido y di el nombre de la letra.
Leerles a los niños en tu clase es el componente más importante de cualquier programa de alfabetización. Elige literatura de alta calidad con ilustraciones simples y brillantes. Usa libros grandes, de ser posible. Antes de comenzar una historia, muéstrales la tapa. Pregúntale a los niños sobre de qué les parece que trata la historia, basándose en la ilustración de la tapa. Lee el título, demostrándoles cómo las palabras van de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha. Comparte tu entusiasmo diciendo algo como: “Ésta es una historia fabulosa porque”, y explica la importancia de la historia. “No puedo esperar a compartirla con ustedes”. Señala sutilmente alguna palabra simple o imagen representativa de la historia. Asígnale una a cada niño para que retenga cuando esa palabra o imagen aparezca en la historia. Este ejercicio alienta la capacidad de escucha y presenta algunas palabras a los niños. De vez en cuando señala letras individuales para que los niños aprendan a reconocerlas y entiendan que las palabras están compuestas de letras. Siempre haz el sonido y di el nombre de la letra.
Representar historias.
Cuando los niños representan historias que has leído recientemente, desarrollan lenguaje, aprenden capacidades sociales como tomar turnos, y empiezan a entender la secuencia de las historias. Éstas siempre tienen un comienzo, un desarrollo y un final. Actuar les permite dominar las historias en un nivel más profundo, lo que posteriormente ayudará en la comprensión de la lectura. Haz carteles de memoria para tu obra y pídele a los niños que escriban etiquetas o señales cuando sea apropiado. Incorpora títeres e instrumentos musicales.
Cuando los niños representan historias que has leído recientemente, desarrollan lenguaje, aprenden capacidades sociales como tomar turnos, y empiezan a entender la secuencia de las historias. Éstas siempre tienen un comienzo, un desarrollo y un final. Actuar les permite dominar las historias en un nivel más profundo, lo que posteriormente ayudará en la comprensión de la lectura. Haz carteles de memoria para tu obra y pídele a los niños que escriban etiquetas o señales cuando sea apropiado. Incorpora títeres e instrumentos musicales.
Canciones infantiles.
La conciencia fonémica es el conocimiento de que las palabras están hechas de letras, las que a su vez están hechas de sonidos. La conciencia fonémica abarca muchos componentes, como la habilidad de escuchar versos, sonidos iniciales y combinación de letras. Lee versos infantiles o poemas divertidos. Haz juegos, como el de la banda elástica, para enseñar las capacidades de la conciencia fonémica. Estira una palabra de manera que digas una versión alargada de cada sonido. Al mismo tiempo, separa tus manos tanto como puedas a medida que vas diciendo la palabra. Júntalas nuevamente cuando digas la palabra de manera normal.
La conciencia fonémica es el conocimiento de que las palabras están hechas de letras, las que a su vez están hechas de sonidos. La conciencia fonémica abarca muchos componentes, como la habilidad de escuchar versos, sonidos iniciales y combinación de letras. Lee versos infantiles o poemas divertidos. Haz juegos, como el de la banda elástica, para enseñar las capacidades de la conciencia fonémica. Estira una palabra de manera que digas una versión alargada de cada sonido. Al mismo tiempo, separa tus manos tanto como puedas a medida que vas diciendo la palabra. Júntalas nuevamente cuando digas la palabra de manera normal.
Juego del alfabeto.
Asegúrate de que tu clase tiene una variedad de materiales relacionados con el alfabeto, como libros, rompecabezas y pizarras. Haz letras con materiales texturados como una lija. Llena una bandeja con harina de maíz o arena y muéstrales a los niños cómo hacer letras con sus dedos. Llena una bolsa plástica, con cierre, con jarabe de maíz y añade unas gotas de colorante para alimentos. Cierra la bolsa con cinta de enmascarar. Dibuja letras en el lado exterior de la bolsa con tu dedo.
Asegúrate de que tu clase tiene una variedad de materiales relacionados con el alfabeto, como libros, rompecabezas y pizarras. Haz letras con materiales texturados como una lija. Llena una bandeja con harina de maíz o arena y muéstrales a los niños cómo hacer letras con sus dedos. Llena una bolsa plástica, con cierre, con jarabe de maíz y añade unas gotas de colorante para alimentos. Cierra la bolsa con cinta de enmascarar. Dibuja letras en el lado exterior de la bolsa con tu dedo.
Escritura.
Cuando los niños empiezan a escribir hacen la importante conexión de que la escritura y la lectura les permite comunicar sus pensamientos e ideas. Antes de que los niños puedan escribir letras, deben dominar los trazos básicos como las líneas y curvas que hacen las letras. Practica estos trazos antes de pedirles que escriban letras. Practica escribir en una manera relajada y orgánica. Por ejemplo, pídele ayuda a los niños hacer un cartel o señal. Ten cerca una pizarra con el alfabeto y muéstrales cada letra a los niños. Desarma la letra en trazos diciendo algo como “Ven, para hacer una H, empiezan arriba y dibujan una línea recta hacia abajo. Luego hacen otra línea recta. Ahora añaden un puente en el medio”. Con la práctica, los niños empezarán a escribir solos. Incorpora la escritura en cada aspecto de tu día. Haz una oficina con papel, calendarios, memos, engrapadora y elementos de escritura. Añade notas. A medida que los niños empiezan a escribir, naturalmente empiezan a leer.
Cuando los niños empiezan a escribir hacen la importante conexión de que la escritura y la lectura les permite comunicar sus pensamientos e ideas. Antes de que los niños puedan escribir letras, deben dominar los trazos básicos como las líneas y curvas que hacen las letras. Practica estos trazos antes de pedirles que escriban letras. Practica escribir en una manera relajada y orgánica. Por ejemplo, pídele ayuda a los niños hacer un cartel o señal. Ten cerca una pizarra con el alfabeto y muéstrales cada letra a los niños. Desarma la letra en trazos diciendo algo como “Ven, para hacer una H, empiezan arriba y dibujan una línea recta hacia abajo. Luego hacen otra línea recta. Ahora añaden un puente en el medio”. Con la práctica, los niños empezarán a escribir solos. Incorpora la escritura en cada aspecto de tu día. Haz una oficina con papel, calendarios, memos, engrapadora y elementos de escritura. Añade notas. A medida que los niños empiezan a escribir, naturalmente empiezan a leer.
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