CONSTRUCCIONES DE ADOBE
Hay ocho edificios que fueron inhabilitados para funcionar como negocios, de los cuales cuatro siguen cerrados. Desde el CIRCOT, de la UNSJ, dijeron que el deterioro se aceleró con las cunetas construidas a mediados de los ‘90. Por Viviana Pastor
MIÉRCOLES, 25 DE DICIEMBRE DE 2013
Según el Centro de Investigación para la Racionalización de la Construcción Tradicional (CIRCOT), de la Facultad de Ingeniería, UNSJ, el problema de las construcciones antiguas de San José de Jáchal se agravó a partir de la construcción de acequias para el riego del arbolado público. Esta obra se realizó durante la segunda intendencia de Nolberto Carbajal, ya fallecido, desde el ’95 al ‘99.
“El riego por acequias y la humedad que eso trajo aceleró el deterioro de las construcciones de adobe. Para la cuadra donde está la biblioteca hemos pedido que se entube el tramo, pero aún no tenemos respuesta”, dijo Selva Martínez, a cargo del CIRCOT.
Nadie pensó que un adelanto para la comunidad como es el arbolado público, podría ser nefasto para las casas más viejas ubicadas en el único pueblo de la provincia que mantiene el diseño y la arquitectura de la época colonial. La arquitecta Martínez explicó que las veredas de Jáchal, fiel a ese estilo, son muy angostas y por lo tanto los cimientos de las casas quedan muy cerca de las acequias de riego.
Este planteo le da otra dimensión al problema que enfrenta el departamento con locales nocturnos inhabilitados para recibir público, precisamente por tratarse de estructuras de adobe que no son sismorresistentes y algunas en avanzado deterioro.
Un control policial realizado hace dos años en locales nocturnos de Jáchal derivó en la clausura de ocho negocios. Estos volvieron a abrir cumpliendo con algunas normas como matafuegos, salidas emergencia, entre otras, y gracias a una habilitación transitoria lograda a partir de una ordenanza municipal. Pero se inició un proceso judicial por los locales que no habían obtenido habilitación de Planeamiento, la justicia no los habilitó y apelaron. Hace 20 días salió la resolución de la Cámara en la misma línea que la anterior y les negó la apertura a cuatro de esos negocios que funcionan en viejas casonas de adobe y no ofrecen seguridad sismorresistente. Estos últimos, donde funcionaban bares, restaurantes y sala de pool, permanecen cerrados desde hace 20 días.
Los propietarios de estos negocios junto al intendente Jorge Barifusa y al diputado departamental Horacio Espejo, tuvieron una reunión la semana pasada con el director de Planeamiento, Carlos Cardozo, que es Ingeniero Civil. Cardozo fue tajante: No se habilitarán locales públicos que no sean sismorresistentes.
El actual propietario de una de esas antiguas casonas, donde funcionaba el bar 1800, Eduardo Del Sacramento, estuvo en esa reunión. “Está muy complicada la situación, en Jáchal el 80 % de la construcción es de adobe. Hace 20 días que estamos cerrados y nadie tiene en cuenta que somos la fuente laboral auténtica de 9 personas que hace 20 días no trabajan. Estamos hablando de patrimonio histórico en el casco urbano de Jáchal. Estamos desorientados y con una incertidumbre bárbara”, dijo Del Sacramento.
El Diputado Espejo advirtió que “si siguen haciendo inspecciones se van a encontrar con muchos locales de adobe en los negocios del microcentro de Jáchal”. Agregó que el problema es en aquellos locales que no se pueden adaptar a la normativa de construcción ya que significaría demoler el patrimonio de Jáchal.
Días atrás, Barifusa había declarado a Canal 13 que el año pasado el municipio sancionó una ordenanza por la cual le dieron 5 años al comerciante para que mejore las condiciones edilicias de acuerdo a las normativas establecidas. Pero, advirtió, nada pueden hacer para habilitar construcciones de adobes que no son sismorresistentes. “Estamos haciendo estudios para compatibilizar una normativa con otra para hacer una planteo, porque una ordenanza tiene menos rango que una ley provincial, estamos buscando una solución”, dijo el Intendente.
Los problemas de habilitación son sólo para los edificios que funcionan como espacios públicos, por el peligro que representan en caso de sismo y que son los que necesitan estar habilitados. Pero la humedad está afectando también a las casas particulares.
Ser o no ser
“Como arquitecta y jachallera amo la arquitectura antigua, Jáchal es pueblo histórico entre otras cosas por su construcción, el día que no la tenga ¿qué le queda?, hay que mantener algunos edificios. Pero como técnica formada en la universidad sé que es un gran riesgo porque un sismo por ejemplo en una iglesia es un gran peligro. Entiendo la postura de los técnicos de Planeamiento, pero también hay un patrimonio que hay que preservar”, dijo la titular del CIRCOT.
Martínez explicó que la ordenanza que sacó la municipalidad es para edificios que congregan mucha gente. Y que el Municipio entiende que no puede habilitar algo que va en contra de lo que establece la Provincia. “Según la ordenanza municipal tienen 5 años para hacer modificaciones, pero para una reconstrucción los comerciantes deben tener créditos blandos que les permita seguir viviendo porque el negocio es su subsistencia. Pero hay casos, como el de 1800 que al ser monumento histórico no lo pueden tirar abajo”, señaló.
Una solución para esta casona, desde el punto de vista de la Arquitecta, es dejar la vieja estructura como museo, la casa vieja serían para que la gente transite, no se quede allí, y el patio trasero se podría edificar un nuevo restaurante, “eso preservaría las dos cosas”.
Sobre el argumento de que Jáchal no tiene la gravedad sísmica del Valle del Tulum, Martínez señaló que si bien es cierto que según los geólogos se trata de un sustrato más rocoso, sí tuvo un sismo importante en el 1800 que destruyó parte del pueblo. “Estamos en zona sísmica y hay que tener todos los cuidados del caso”, dijo.
Juan Manganelli, de la dirección de Planeamiento, señaló que la Municipalidad está interactuando con la Dirección de Cultura para considerar patrimonio histórico o dar valor patrimonial, lo que implica condicionar el uso de esas construcciones a ciertas cosas. “No porque sea patrimonio cultural significa que le puedo dar cualquier uso”, señaló Manganelli.
“El riego por acequias y la humedad que eso trajo aceleró el deterioro de las construcciones de adobe. Para la cuadra donde está la biblioteca hemos pedido que se entube el tramo, pero aún no tenemos respuesta”, dijo Selva Martínez, a cargo del CIRCOT.
Nadie pensó que un adelanto para la comunidad como es el arbolado público, podría ser nefasto para las casas más viejas ubicadas en el único pueblo de la provincia que mantiene el diseño y la arquitectura de la época colonial. La arquitecta Martínez explicó que las veredas de Jáchal, fiel a ese estilo, son muy angostas y por lo tanto los cimientos de las casas quedan muy cerca de las acequias de riego.
Este planteo le da otra dimensión al problema que enfrenta el departamento con locales nocturnos inhabilitados para recibir público, precisamente por tratarse de estructuras de adobe que no son sismorresistentes y algunas en avanzado deterioro.
Un control policial realizado hace dos años en locales nocturnos de Jáchal derivó en la clausura de ocho negocios. Estos volvieron a abrir cumpliendo con algunas normas como matafuegos, salidas emergencia, entre otras, y gracias a una habilitación transitoria lograda a partir de una ordenanza municipal. Pero se inició un proceso judicial por los locales que no habían obtenido habilitación de Planeamiento, la justicia no los habilitó y apelaron. Hace 20 días salió la resolución de la Cámara en la misma línea que la anterior y les negó la apertura a cuatro de esos negocios que funcionan en viejas casonas de adobe y no ofrecen seguridad sismorresistente. Estos últimos, donde funcionaban bares, restaurantes y sala de pool, permanecen cerrados desde hace 20 días.
Los propietarios de estos negocios junto al intendente Jorge Barifusa y al diputado departamental Horacio Espejo, tuvieron una reunión la semana pasada con el director de Planeamiento, Carlos Cardozo, que es Ingeniero Civil. Cardozo fue tajante: No se habilitarán locales públicos que no sean sismorresistentes.
El actual propietario de una de esas antiguas casonas, donde funcionaba el bar 1800, Eduardo Del Sacramento, estuvo en esa reunión. “Está muy complicada la situación, en Jáchal el 80 % de la construcción es de adobe. Hace 20 días que estamos cerrados y nadie tiene en cuenta que somos la fuente laboral auténtica de 9 personas que hace 20 días no trabajan. Estamos hablando de patrimonio histórico en el casco urbano de Jáchal. Estamos desorientados y con una incertidumbre bárbara”, dijo Del Sacramento.
El Diputado Espejo advirtió que “si siguen haciendo inspecciones se van a encontrar con muchos locales de adobe en los negocios del microcentro de Jáchal”. Agregó que el problema es en aquellos locales que no se pueden adaptar a la normativa de construcción ya que significaría demoler el patrimonio de Jáchal.
Días atrás, Barifusa había declarado a Canal 13 que el año pasado el municipio sancionó una ordenanza por la cual le dieron 5 años al comerciante para que mejore las condiciones edilicias de acuerdo a las normativas establecidas. Pero, advirtió, nada pueden hacer para habilitar construcciones de adobes que no son sismorresistentes. “Estamos haciendo estudios para compatibilizar una normativa con otra para hacer una planteo, porque una ordenanza tiene menos rango que una ley provincial, estamos buscando una solución”, dijo el Intendente.
Los problemas de habilitación son sólo para los edificios que funcionan como espacios públicos, por el peligro que representan en caso de sismo y que son los que necesitan estar habilitados. Pero la humedad está afectando también a las casas particulares.
Ser o no ser
“Como arquitecta y jachallera amo la arquitectura antigua, Jáchal es pueblo histórico entre otras cosas por su construcción, el día que no la tenga ¿qué le queda?, hay que mantener algunos edificios. Pero como técnica formada en la universidad sé que es un gran riesgo porque un sismo por ejemplo en una iglesia es un gran peligro. Entiendo la postura de los técnicos de Planeamiento, pero también hay un patrimonio que hay que preservar”, dijo la titular del CIRCOT.
Martínez explicó que la ordenanza que sacó la municipalidad es para edificios que congregan mucha gente. Y que el Municipio entiende que no puede habilitar algo que va en contra de lo que establece la Provincia. “Según la ordenanza municipal tienen 5 años para hacer modificaciones, pero para una reconstrucción los comerciantes deben tener créditos blandos que les permita seguir viviendo porque el negocio es su subsistencia. Pero hay casos, como el de 1800 que al ser monumento histórico no lo pueden tirar abajo”, señaló.
Una solución para esta casona, desde el punto de vista de la Arquitecta, es dejar la vieja estructura como museo, la casa vieja serían para que la gente transite, no se quede allí, y el patio trasero se podría edificar un nuevo restaurante, “eso preservaría las dos cosas”.
Sobre el argumento de que Jáchal no tiene la gravedad sísmica del Valle del Tulum, Martínez señaló que si bien es cierto que según los geólogos se trata de un sustrato más rocoso, sí tuvo un sismo importante en el 1800 que destruyó parte del pueblo. “Estamos en zona sísmica y hay que tener todos los cuidados del caso”, dijo.
Juan Manganelli, de la dirección de Planeamiento, señaló que la Municipalidad está interactuando con la Dirección de Cultura para considerar patrimonio histórico o dar valor patrimonial, lo que implica condicionar el uso de esas construcciones a ciertas cosas. “No porque sea patrimonio cultural significa que le puedo dar cualquier uso”, señaló Manganelli.
Textual
“Hay lugares que no debieran destruirse pero tendrían que cambiar de uso, por ejemplo la biblioteca no sería sala de lectura y la parte de adobe pasaría a ser como un museo, un lugar para tránsito no para quedarse”, Selva Martínez, CIRCOT.
“Hay lugares que no debieran destruirse pero tendrían que cambiar de uso, por ejemplo la biblioteca no sería sala de lectura y la parte de adobe pasaría a ser como un museo, un lugar para tránsito no para quedarse”, Selva Martínez, CIRCOT.
La gran casonaHoy inaccesible al público, la casona fue construida durante la década de 1850 por Adán Torres, quien fue el primer farmacéutico que tuvo Jáchal. Su esposa fue Pastora Sombra con quien tuvo dos hijas. Pastora Torres (hija de Adán y Pastora) se casó con Don Eduardo Bravo, tuvieron nueve hijos y fueron ellos quieren heredaron la casona.
Esta edificada en su totalidad por adobones y techos de caña, tiene unos 1.400 m2, 17 habitaciones y tres patios. El primer patio era el principal de carácter social, mientras que el segundo era de carácter familiar y el último el espacio destinado a la huerta y cría de animales.
Pastora Torres de Bravo cedió sus instalaciones desde el día 17 de octubre de 1917 hasta fines de septiembre de 1931 para que funcionara allí la Escuela Normal de Jáchal, ya que había sido creada pero no poseía edificio.
El bar 1800 nació en diciembre de 2009, luego se amplió al rubro al gastronómico y sumando después la venta de indumentaria, con lo que pasó a llamarse 1000 Ochocientos Multiespacio.
http://www.tiempodesanjuan.com/notas/2013/12/25/casonas-jachal-jaque-acequias-47826.asp
Esta edificada en su totalidad por adobones y techos de caña, tiene unos 1.400 m2, 17 habitaciones y tres patios. El primer patio era el principal de carácter social, mientras que el segundo era de carácter familiar y el último el espacio destinado a la huerta y cría de animales.
Pastora Torres de Bravo cedió sus instalaciones desde el día 17 de octubre de 1917 hasta fines de septiembre de 1931 para que funcionara allí la Escuela Normal de Jáchal, ya que había sido creada pero no poseía edificio.
El bar 1800 nació en diciembre de 2009, luego se amplió al rubro al gastronómico y sumando después la venta de indumentaria, con lo que pasó a llamarse 1000 Ochocientos Multiespacio.
http://www.tiempodesanjuan.com/notas/2013/12/25/casonas-jachal-jaque-acequias-47826.asp
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