Miércoles 04 de diciembre de 2013 | Publicado en edición impresa
Opinión
Es hora de definir una política educativa
Hace unos años se publicó un estudio de la Universidad de Munich que afirmaba: "Si se quiere conocer dónde estará ubicada una nación en el escenario internacional en 2050, no hay que prestar atención a sus activos financieros y recursos naturales, sino conocer cuál es hoy el nivel educativo de sus adolescentes de 15 años". Esto es justamente lo que mide la prueba PISA, cuyos resultados se acaban de conocer, con amplia información sobre la situación educativa de los 65 países participantes.
Esta prueba PISA 2012 es la quinta que ejecuta la OCDE desde 2000, con una participación inicial de 32 países, entre los cuales estaba la Argentina. En la comparación entre los resultados de 2000 y de 2009, la Argentina registraba el segundo mayor retroceso entre todas las naciones participantes.
Son tres las disciplinas evaluadas: lenguaje, matemática y ciencias, y miden exclusivamente los conocimientos de adolescentes de 15 años, cualquiera fuere su nivel escolar. En esta prueba tomada en agosto de 2012, el énfasis fue en el área de matemática, con una evaluación en cada país de por lo menos 4500 estudiantes.
En matemática, asignatura principal en esta prueba, nuestro país ocupa el lugar 59° entre los 65 participantes. Fueron ocho los países latinoamericanos participantes; nuestros alumnos se ubican en el 6° lugar con un puntaje inferior a los de Chile, México, Uruguay, Costa Rica y Brasil, pero por encima de Colombia y Perú.
En la prueba de lectura ocupamos el 61° lugar entre todas las naciones participantes. En América latina registran puntajes superiores a los nuestros Chile, Costa Rica, México, Uruguay, Brasil y Colombia.
En la prueba de ciencia ocupamos el 58° lugar. En América latina registran puntajes superiores Chile, Costa Rica, Uruguay y México.
En las tres asignaturas los alumnos chinos se ubican siempre en el primer lugar; el puntaje de los alumnos argentinos en la prueba de matemática es un 37 por ciento inferior al puntaje correspondiente a los chinos. En las tres pruebas los alumnos chilenos se ubican en el primer lugar entre las ocho naciones latinoamericanas participantes.
Si se presta atención únicamente al desempeño de las naciones latinoamericanas, la Argentina mantuvo la séptima posición en la prueba de lectura (igual que en 2009), ascendió del séptimo lugar al quinto en la prueba de ciencias, y retrocedió del quinto al sexto en la prueba de matemática.
Como se ve, nuestros alumnos mantienen el mismo desempeño bajo que ya había sido evidenciado en pruebas anteriores, lo cual debe ser un llamado de atención a toda nuestra sociedad. No alcanza con desacreditar este tipo de pruebas, que si bien son limitadas constituyen un valioso indicador de la evolución de los aprendizajes básicos.
No se cura la fiebre rompiendo el termómetro, por eso es hora de definir una política educativa con amplio apoyo de todas las fuerzas partidarias para encarar esta preocupante realidad..
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