Viernes 06 de diciembre de 2013 | Publicado en edición impresa
Editorial II
Los recientes reconocimientos a jóvenes rioplatenses son un estímulo importante para quienes se esfuerzan por probar su capacidad de invención
De manera cada vez más notoria, una corriente incesante de innovaciones se incorpora en la vida contemporánea. La sociedad de nuestro tiempo se ha mostrado dispuesta no sólo a aceptar los cambios que se van introduciendo, sino a estimularlos, pues los considera necesarios para dar curso a las aspiraciones generales de progreso social y económico. Así es cómo las figuras de los innovadores y emprendedores han ganado estima por responder al desafío de una época ávida de novedades, como se demuestra en áreas tan dinámicas como las vinculadas con el desarrollo tecnológico, que, al permitir su producción en escala industrial, acceden pronto al gran público. Científicos y artistas son otros claros ejemplos de quienes conciben y desarrollan soluciones originales en sus ámbitos de creación y merecen por ello el justo reconocimiento social.
La actividad de los innovadores y emprendedores es más que el fruto de una positiva capacidad intelectual, porque lanzarse a la aventura de crear y llevar adelante un emprendimiento innovador supone confiar en las propias fuerzas sin desmayar ante fracasos iniciales; ser tenaz para ensayar, reconocer errores y rectificarlos; estar dispuesto a enfrentar obstáculos imprevistos, y no ceder en la meta propuesta hasta alcanzar la satisfacción del éxito. Precisamente, son esas cualidades nada comunes de innovadores y emprendedores las que han movido a instituciones de distinto carácter a promover y alentar su actividad.
Un ejemplo de lo enunciado lo da el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), que, con el apoyo del Banco BBVA Francés y del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, convoca a concursos anuales de creativos en distintas regiones.
En la última ocasión, en el área rioplatense, el jurado eligió a diez jóvenes, argentinos y uruguayos, autores de proyectos que han merecido el premio a "Innovadores menores de 35 años". El reconocimiento entregado consagra a quienes han probado su capacidad de invención y abre a los ganadores oportunidades futuras de realización.
En esta oportunidad Julieta Cabello ha merecido el título de "innovadora del año", por su aporte a la producción de plantas transgénicas, tema de interés para la agricultura. Por su parte, Ignacio Olivieri, concursante uruguayo, fue distinguido como "innovador social" por su creación de una plataforma de uso en telemedicina, aplicable a la rehabilitación de niños con discapacidades. Entre el grupo de premiados también figuraron Agustín de Marco, Alejandro Barbarini, Ariel Amato, Damián Slobinsky, Gueraldine Gueron, Marcos Chaparro, Sebastián Stranieri y Valeria Bosio.
Los nombrados ganadores se suman a otros jóvenes de lengua castellana, de España, México, Colombia, Perú y Chile. Según lo expresó el director de la revista del MIT en nuestro idioma, Pedro Moneo -con quien coincidimos-, esos jóvenes constituyen potencialmente una comunidad de innovadores con aptitudes para incidir en el futuro desarrollo económico y social de la región..http://www.lanacion.com.ar/1645079-promover-a-creativos-emprendedores
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