lunes, 18 de noviembre de 2013

Cambiar la forma de enseñar es urgente. Sergio Juárez Correa (profesor) y Paloma un ejemplo mexicano.

Cambiar la forma de enseñar es urgente. Sergio Juárez Correa (profesor) y Paloma un ejemplo mexicano.

By | on 4 November, 2013 | 0 Comment
Cómo un radical nuevo método de enseñanza podría desencadenar una generación de genios.
Estos estudiantes de Matamoros , México , no tenían acceso a Internet fiable , electricidad constante , o mucha esperanza , hasta que un método radical de nueva enseñanza abrió su potencial.
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La escuela José Urbina López se encuentra a lado de un basurero, justo al otro lado de la frontera de EE.UU. en México. La escuela sirve a los residentes de Matamoros, una polvorienta, ciudad de calor con 489.000 habitantes que es un punto de inflamación en la guerra contra las drogas. Hay tiroteos regularmente, y no es raro que los lugareños encuentren cuerpos esparcidos en la calle por la mañana.
Para llegar a la escuela, los estudiantes caminan por un camino de tierra blanca que es paralelo a un canal fétido. En una mañana reciente había un tractor de los 40´s, un barco en descomposición en una zanja, y un rebaño de cabras mordisqueando hierba gris.
Una barrera de bloques de hormigón separa a la escuela de un desierto – el extremo de que es un montón de basura que se hizo tan grande, que finalmente tuvo que ser cerrado. En la mayoría de los días, un olor a podrido se desplaza a través de las aulas. Algunas personas llaman a la escuela: “un lugar de castigo.”
Por 12 años, , fue un punto brillante. Hace más de 25 años, su familia se trasladó a la frontera del centro de México en busca de una vida mejor. En cambio, se quedó atascado vivir junto al vertedero. Su padre pasaba todo el día hurgando en busca de chatarra, la excavación de piezas de aluminio, vidrio y plástico en el lodo. Recientemente, había desarrollado hemorragias nasales, pero no quería que Paloma se preocupara. Era su pequeño ángel – la más joven de los ocho hijos.-
Después de la escuela, Paloma llegaba a casa y a sentarse con su padre en la “sala principal” de cemento y madera. Su padre era un hombre curtido, flaco que siempre llevaba un sombrero de vaquero. Paloma recitaba las lecciones del día para él en su nítido polo uniforme gris , azul y negro falda, para tratar de animarlo. Tenía el pelo largo y negro, la frente alta y una manera reflexiva, que se notaba al hablar. La escuela nunca había representado un reto para ella. Se sentaba en las filas con los otros estudiantes mientras que los maestros dijeron a los niños lo que necesitan saber. No era difícil de repetir de nuevo y aprender,  ella sacaba buenas notas sin pensar demasiado  Mientras se dirigía al quinto grado, se supone que le esperaba más de lo mismo – conferencias , la memorización y la rutina de siempre.
Sergio Juárez Correa fue capacitado para la enseñanza de ese tipo de clase. Durante cinco años, había estado al frente de los estudiantes y se abrió camino a través del plan de estudios impuesto por las autoridades.
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Fue extremadamente aburrido para él y para los estudiantes, había llegado a la conclusión de que era una pérdida de tiempo. Resultados de los exámenes eran pobres, e incluso los estudiantes que hicieron bien no estaban verdaderamente comprometidos. ¡Algo tenía que cambiar!
Él también había crecido junto a un vertedero de basura en Matamoros, y se había convertido en un maestro para ayudar a los niños a aprender lo suficiente como para hacer algo más de sus vidas. Así que en 2011, cuando Paloma entró en su clase; Juárez Correa decidió empezar a experimentar, a pensar e implementar cosas diferentes.
Empezó a leer libros y la búsqueda de ideas en línea. Pronto se topó con un video que describe el trabajo de Sugata Mitra , profesor de tecnología educativa en la Universidad de Newcastle en el Reino Unido. A finales de 1990 ya lo largo de la década de 2000, Mitra realizó experimentos en los que se dio a los niños en la India acceso a las computadoras. Sin ninguna instrucción, fueron capaces de aprender por sí mismos una sorprendente variedad de cosas.

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En esta escuela primaria profesor Sergio Juárez Correa, de 31 años, volcó sus métodos de enseñanza, revelando habilidades extraordinarias a sus 12 años de edad, en la estudiante Paloma Noyola Bueno.
El profesor Sergio no lo sabía aún, pero que había accedido y aplicaba una filosofía educativa emergente, que se aplica la lógica de la era digital a las aulas. Esa lógica es inexorable: el acceso a un mundo de infinita información ha cambiado la forma en que nos comunicamos, procesar información, y hasta de cómo pensamos.
Los sistemas descentralizados han demostrado ser más productivo y ágiles que los rígidos, de arriba hacia abajo. La innovación, la creatividad y el pensamiento independiente son cada vez más crucial para la economía global.
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 Y sin embargo, el modelo dominante de la educación pública sigue siendo fundamentalmente arraigada en la revolución industrial que dio lugar a que, cuando los lugares de trabajo valoran la puntualidad, regularidad, la atención y el silencio sobre todo lo demás. ( En 1899 , William T. Harris, el comisionado de educación de los EE.UU., celebra el hecho de que las escuelas de Estados Unidos han desarrollado el “aspecto de una máquina”, uno que enseña al estudiante” a comportarse de una manera ordenada , para permanecer en su lugar y no ponerse en el camino de los demás.”).
Es por eso que una nueva generación de educadores, inspirado en todo, desde la Internet a la psicología evolutiva, la neurociencia y AI, están inventando nuevas formas radicales para que los niños aprendan, crezcan y prosperen. Para ellos, el conocimiento no es una mercancía que se entrega de maestro a alumno, sino algo que surge de la propia exploración curiosidad alimentada por los estudiantes. Los maestros proveen índices y no respuestas, y luego se hacen a un lado para que los estudiantes pueden aprender por sí mismos y con los demás  Ellos están creando maneras para que los niños descubran su pasión – y el descubrimiento de una generación de genios en el proceso.
En casa, en Matamoros , Juárez Correa se vio completamente absorbido por estas ideas. Y cuanto más aprendía, más emocionado que se convirtió . El 21 de agosto 2011- el comienzo del año escolar – que entró en su salón de clases y acomodó los escritorios de madera maltratadas en grupos pequeños.
Cuando Paloma y el resto de los estudiantes se presentaron miraron confundidos. Juárez Correa invitó a tomar un asiento y se sentó con ellos.
Él comenzó diciéndoles que había niños en otras partes del mundo que podía memorizar “pi” a cientos de puntos decimales. Podrían escribir sinfonías y construir robots y aviones. La mayoría de la gente no pensaría que los estudiantes de José Urbina López podía hacer ese tipo de cosas. Los niños al otro lado de la frontera en Brownsville , Texas, tienen computadoras portátiles, internet de alta velocidad, y tutoría; mientras que en Matamoros los estudiantes tienen hasta la electricidad intermitente, algunas computadoras, internet limitada, ya veces no lo suficiente para comer .
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 “Pero ustedes tienen una cosa que los hace igual de cualquier niño del mundo”, dijo Juárez Correa: “Potencial”.

Miró alrededor de la habitación.” Y a partir de ahora, les dijo: “vamos a utilizar ese potencial para hacer de ustedes los mejores estudiantes de todo el mundo .”
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 Paloma se quedó en silencio, esperando que se les diga qué hacer. No se dio cuenta de que en los próximos nueve meses, su experiencia de la escuela se puede reescribir, aprovechando una serie de innovaciones educativas que suceden en muchas partes del mundo y saltando ella, así como algunos de sus compañeros de estar debajo de la media a la cima de los rankings de matemáticas y de lenguaje en México .
“Entonces,” Juárez Correa dijo: ” ¿Qué quieres aprender? “
En 1999 , Sugata Mitra era jefe científico de una compañía en Nueva Delhi, que capacita a los desarrolladores de software . Su oficina estaba en el borde de un barrio pobre , y por una corazonada , un día, decidió poner una computadora en un rincón de una pared que separa el edificio de la barriada . Tenía curiosidad por ver lo que harían los niños , sobre todo si él no dijo nada . Simplemente enciende el ordenador y vio desde la distancia. Para su sorpresa , los niños rápidamente descubierto la manera de utilizar la máquina .
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En la India, la mayor parte de sus escuelas son edificios de una sola habitación . No habrá profesores , el currículo, o la separación en grupos de edad , sólo seis u ordenadores menos y una mujer para cuidar de la seguridad de los niños. Su principio que define : “Los niños son totalmente a cargo. ”
“La conclusión es que, si cada estudiante no es el que controla su aprendizaje, no van a aprender. “
Mitra sostiene que la revolución de la información ha permitido a un estilo de aprendizaje que no era posible antes . El exterior de sus escuelas serán en su mayoría de cristal , por lo que los forasteros se asoman. En el interior, los estudiantes se reunirán en grupos alrededor de las computadoras y de los temas de investigación que les interesan . También ha contratado a un grupo de profesores británicos jubilados que aparece ocasionalmente en grandes pantallas de pared a través de Skype , animando a los estudiantes a investigar sus ideas -a Mitra proceso cree mejor favorece el aprendizaje . Él los llama a la nube Granny . ” Van a ser de tamaño natural , en dos paredes “, dice Mitra . “Y los hijos siempre se puede desactivar. ”
El trabajo de Mitra tiene sus raíces en las prácticas educativas que datan de Sócrates. Los teóricos de Johann Heinrich Pestalozzi a Jean Piaget y María Montessori han argumentado que los estudiantes deben aprender jugando y siguiendo su curiosidad. Einstein pasó un año en una escuela Pestalozzi de inspiración a mediados de la década de 1890 , y más tarde se le atribuye con él dándole la libertad para comenzar sus primeros experimentos del pensamiento en la teoría de la relatividad. Fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin similar afirman que su educación Montessori ellos imbuido de un espíritu de independencia y creatividad.
Una nueva investigación muestra lo que los educadores han intuido siempre : dejar que los niños persiguen sus propios intereses agudiza su hambre de conocimiento. .
- Jason Kehe

Un día Juárez Correa fue a su pizarra y escribió: “1 = 1.00 .” Normalmente, en este punto, comenzaba explicando el concepto de fracciones y decimales . En su lugar, simplemente escribió ” ½ = ? ” Y ” ¼ = ?”
“Piense en eso por un segundo”, dijo , y salió de la habitación.
Mientras los niños murmuraban, Juárez Correa se dirigió a la cafetería de la escuela , donde los niños pueden comprar el desayuno y el almuerzo. Pidió prestado a unos 10 pesos en monedas y regresó a su salón de clases, donde se distribuye el valor de un peso de las monedas de cada tabla. Se dio cuenta de que Paloma ya había escrito 0,50 y 0,25 en un pedazo de papel.
“Un peso es un peso”, dijo . “¿Cuál es la mitad ? ”
Juárez Correa sintió un escalofrío. Nunca se había encontrado con un estudiante con el nivel de la capacidad innata de Paloma.
En un primer momento una serie de niños divide las monedas en pilas claramente desiguales . Esto provocó un debate entre los alumnos sobre lo que significa la mitad. La costumbre y formación que había recibido Juárez Correa lo tentó a intervenir. Pero ahora se acordó de la investigación de Mitra y resistió la tentación. En su lugar, vio como Alma Delia Juárez Flores explicó a sus compañeros de mesa que la mitad significa partes iguales. Contó 50 centavos. ” Así que la respuesta es 0,50 “, dijo. Los otros chicos asintieron.
Para Juárez Correa fue al mismo tiempo algo emocionante y le generó un poco de miedo. En Finlandia, los profesores se sometieron a años de entrenamiento para aprender a orquestar este nuevo estilo de aprendizaje, que él estaba improvisando. Empezó a experimentar con diferentes maneras de plantear preguntas abiertas sobre temas que van desde el volumen de los cubos hasta la multiplicación de fracciones. “El volumen de un prisma de base cuadrada es el área de la base por la altura . El volumen de una pirámide de base cuadrada es que la fórmula dividido por tres”, dijo una mañana. ” ¿Por qué crees que es ?”
Caminó por la habitación, hablando poco . Fue fascinante ver a los niños que se acercaban a la respuesta. Estaban trabajando en equipo y tienen modelos de diferentes formas de mirar y jugar. El equipo dirigido por Usiel Lemus Aquino, un niño de corta con un omnipresente expresión esperanzada, tuvo la idea de dibujar las formas -prismas y pirámides diferente. Por acodar los dibujos en la parte superior de uno al otro, comenzaron a adivinar la respuesta. Juárez Correa dejó que los niños hablesen con libertad. Era un ruido, el medio ambiente, exactamente un poco caótica lo contrario de la clase de disciplina de la fábrica de usar que se espera que los profesores imponer. Pero a los 20 minutos, habían llegado con la respuesta.
“Tres pirámides caben en un prisma.” observarvó Usiel , hablando en nombre del grupo. “Por lo tanto el volumen de una pirámide debe ser el volumen de un prisma dividido por tres.”
Juárez Correa estaba impresionado. Pero fue aún más intrigado por Paloma. Durante estos experimentos, se dio cuenta de que casi siempre se le ocurrió la respuesta inmediatamente. A veces me explicó lo que sus compañeros de mesa , otras veces mantienen la respuesta a la misma. Nadie le había dicho que tenía un regalo inusual . Sin embargo, aun cuando supo las respuestas más difíciles.
Para poner a prueba sus límites, desafió a la clase con un problema que él estaba seguro que su muñón . Contó la historia de Carl Friedrich Gauss, el famoso matemático alemán , nacido en 1777.
Cuando Gauss era un escolar , uno de sus profesores le preguntó a la clase que se suman todos los números entre 1 y 100 . Se suponía que debían tomar una hora, pero Gauss tenía la respuesta casi al instante.
” ¿Alguien sabe cómo lo hizo ? ” Preguntó Juárez Correa.
Algunos estudiantes comenzaron a tratar de sumar los números y pronto se dieron cuenta de que tomaría mucho tiempo. Paloma, trabajando con su grupo, escribió cuidadosamente algunas secuencias y los miró por un momento. Entonces ella levantó la mano.
“La respuesta es 5050 “, dijo. ” Hay 50 pares de 101. ”
Juárez Correa sintió un escalofrío . Nunca había conocido a un estudiante con tanta habilidad innata. Se puso en cuclillas junto a ella y le preguntó por qué no había expresado un gran interés en las matemáticas en el pasado , ya que ella las entendía naturalmente.
“Porque nadie lo hizo esta interesante”, dijo.
Nuestro sistema educativo tiene sus raíces en la era industrial. Se valora la puntualidad , la asistencia, y el silencio sobre todo lo demás.
El padre de Paloma tiene más enfermos. Él continuó trabajando, pero tenía fiebre y sufre de dolores de cabeza. Finalmente fue admitido en el hospital, donde su estado se deterior , el 27 de febrero de 2012, murió de cáncer de pulmón. En la última visita de Paloma antes de su fallecimiento, se sentó junto a él y le tendió la mano . “Eres una chica inteligente ,” dijo. ” Estudiar y hacer que me sienta orgulloso . ”
Paloma se perdió cuatro días de clases para el funeral antes de regresar a clases. Ella quería vivir hasta el último deseo de su padre. Y el nuevo estilo de Juárez Correa de desafíos comisariado para los niños fue el refugio perfecto para ella. A medida que continuó a ceder el control, Paloma asumió más responsabilidad de su propia educación.
Él enseñó a los niños acerca de la democracia al permitir que eligieran líderes, decidir cómo manejar la clase y la disciplina. Los niños elegidos cinco representantes, entre ellos Paloma y Usiel. Cuando dos chicos se enzarzaron en una pelea a empujones, los representantes amonestó a los chico , y el problema no se volvió a repetir .
Juárez Correa pasaba las noches viendo videos educativos. Leyó la polémica por el caricaturista mexicano Eduardo del Río ( conocido como Rius), quien argumentó que los niños deben tener la libertad de explorar lo que quieran. También seguía impresionado por Mitra , que habla de dejar que los niños “vagan sin rumbo por las ideas. “
Juárez Correa comenzó a recibir debates regulares en clase, y no rehuir los temas polémicos. Pidió a los niños si ellos pensaban homosexualidad y el aborto se debe permitir. Les pidió que averiguar lo que el gobierno mexicano debe hacer, en todo caso, sobre la inmigración a los EE.UU. . Una vez que hacía una pregunta, daba un paso atrás y dejaba que la discutieran entre ellos.
Un componente clave en la teoría de Mitra era que los niños pueden aprender a través del acceso a la web, pero eso no fue fácil para los estudiantes de Juárez Correa . El estado paga por un instructor de tecnología que visita cada clase una vez a la semana,  pero no tuvo mucha tecnología para demostra . En cambio, tenía carteles que representan los teclados , joysticks, y disquetes de 3,5 pulgadas. Se celebrará los carteles y decir cosas como: ” Se trata de un teclado. Se utiliza para escribir ” .
Como resultado, Juárez Correa se convirtió en un conducto de cámara lenta a Internet . Cuando los niños querían saber por qué sólo vemos un lado de la luna, por ejemplo, se fue a casa , buscada en Google , y trajo una explicación al día siguiente. Cuando le preguntaron a preguntas específicas acerca de los eclipses y el equinoccio , les dijo que había averiguarlo e informarse.
Juárez Correa también trajo algo nuevo a través de Internet. Era la fábula de un burro triste atrapado en el fondo de un pozo. Unos ladrones habían entrado en la escuela y se robaron el cable eléctrico del proyector aula ( presumiblemente para vender el cobre), no podía el profesor enseñarles el “video-clip” narra la historia. En su lugar, simplemente lo describió .
Un día, un burro cayó en un pozo, Juárez Correa comenzó. No estaba herido, pero no podía salir. El dueño del burro decidió que la bestia edad no valía la pena salvar, y puesto que el pozo estaba seco, él acaba de enterrar a los dos, burro y pozo. Empezó a echar terrones de tierra en el pozo. El burro gritó, pero el hombre siguió en lo suyo. Finalmente, el burro se quedó en silencio. El hombre asumió el animal estaba muerto, por lo que se sorprendió cuando, después de un montón mas de tierra, el burro saltó fuera del pozo. Se había librado de cada puñado de tierra y aumentado el montículo en crecía constantemente hasta que fue capaz de saltar.
Juárez Correa miró a su clase: “Somos como el burro”, dijo . “Todo lo que se produce en nosotros es una oportunidad para salir bien de donde estamos”.
BURRO
 Cuando el examen estandarizado nacional de dos días tuvo lugar en junio de 2012, Juárez Correa considera esto como otro montón de tierra arrojado sobre las cabezas de los niños. Fue un paso atrás para los estudiantes, algo mecánico y aburrido. Para evitar el fraude , una coordinadora del Ministerio de Educación supervisó el procedimiento y tomó la custodia de las hojas de respuestas al final de la prueba. Se sentía como un ejercicio militar, pero como los niños estallaron a través de las preguntas, no pudo dejar de notar que se sentía fácil, como si se les pide que hagan algo muy básico.
Ricardo Zavala Hernández, subdirectora de José Urbina López , bebe una taza de café de las mañanas ya que navega por la web en el edificio de administración, una estructura de cemento que alberga dos computadoras que funcionan. Un día de septiembre de 2012, se hace clic en el sitio de ENLACE, “examen logro nacional de México”, y descubrió que los resultados de la prueba de junio se habían publicado.
Zavala Hernández dejó el café. La mayoría de las clases habían hecho un poco mejor este año , pero la calificación de Paloma fue otra historia. El año anterior, el 45 por ciento había fallado esencialmente la sección de matemáticas, y 31 por ciento en español. Esta vez sólo el 7 por ciento no paso matemáticas y 3.5 por ciento en español. Y aunque ninguno había publicado una puntuación excelente antes, 63 por ciento eran ya en esa categoría en matemáticas.
Las puntuaciones de lenguaje eran muy altas. Incluso el más bajo fue muy por encima de la media nacional. Entonces se dio cuenta de los resultados en matemáticas . La puntuación máxima en la clase de Juárez Correa era 921. Zavala Hernández miró a la puntuación más alta en el estado: era 921. Cuando vio el cuadro siguiente sobre, los pelos de los brazos se levantaron. La puntuación más alta en todo el país también era 921.
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Imprime la página y a toda  velocidad se dirigió al salón de Juárez Correa. Los estudiantes se pusieron de pie cuando entró .
“Echa un vistazo a esto”, dijo Zavala Hernández , entregándole la copia impresa.
Juárez Correa escanea los resultados y miró hacia arriba . ” ¿Esto es real ? “.
“Acabo imprimí del sitio de ENLACE, ” respondió el subdirector . “Es verdad”.
Juárez Correa advirtió que los niños lo miraban, pero primero quería asegurarse de que entiendía el informe. Se tomó un momento para leerlo otra vez, asintió con la cabeza y se volvió hacia los niños.
“Tenemos los resultados de vuelta de la prueba ENLACE “, dijo . “Es sólo una prueba, y no un gran uno. ”
Un número de estudiantes tenía una sensación de hundimiento . Deben de haberla echado a perder…
“Pero tenemos un estudiante de esta clase que se coloca por primera vez el más alto en México “, dijo, rompiendo en una sonrisa.
Paloma recibió el puntaje más alto de matemáticas en el país, pero los otros estudiantes no se quedaron atrás . Tienen calificaciones de matemáticas que los colocaron en el percentil 99,99. Tres de ellos se coloca en el mismo nivel en español . Los resultados atrajeron a una rápida ráfaga de atención de las autoridades y los medios de comunicación en México  la mayoría de los cuales se centró en Paloma. Ella fue trasladado a la ciudad de México para aparecer en un popular programa de televisión y recibió una variedad de regalos, desde un ordenador portátil a una bicicleta .
El profesor Juárez Correa no tiene casi ningún reconocimiento, a pesar de que casi la mitad de su clase había realizado a un nivel de clase mundial y que incluso los peores resultados habían mejorado notablemente.
Otros de sus estudiantes fueron felicitados por amigos y familiares. Los padres de Carlos Rodríguez Lamas, que colocó en el percentil 99,99 en matemáticas , lo trataron con tres tacos de carne . Era su primera vez en un restaurante. Keila Francisco Rodríguez consiguió 10 pesos de sus padres. Compró una bolsa de Cheetos. Los niños estaban emocionados  Hablaron de ser médicos, maestros y políticos.
Juárez Correa tenía sentimientos encontrados acerca de la prueba. Sus alumnos han tenido éxito porque había empleado un nuevo método de enseñanza, uno más adecuados a la manera como los niños deben aprender.
Era un modelo que hacía hincapié en el trabajo en grupo, la competencia, la creatividad y un entorno dirigido por los estudiantes . Así que era irónico que los niños se habían distinguido por una prueba de opción múltiple convencional. “Estos exámenes son como los límites para los maestros”, dice:” Ponen a prueba lo que sabes, no lo que puede hacer , y yo estoy más interesado en lo que mis estudiantes puedan hacer.”

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Al igual que Juárez Correa, muchos innovadores de educación están teniendo éxito fuera de la corriente principal.
Pero estos ejemplos – se ocupan únicamente de miles de estudiantes – son las excepciones a la regla.
El sistema en su conjunto educa a millones de personas y es lento para reconocer o adoptar una innovación exitosa. Es un sistema que fue construido hace casi dos siglos para satisfacer las necesidades de la era industrial. Ahora que nuestra sociedad y la economía han evolucionado más allá de la época, las escuelas también deben ser reinventadas .
Por el momento , podemos ver lo que el futuro se ve como en lugares como el salón de Juárez Correa. También podemos ver que el cambio no será fácil. Aunque la clase de Juárez Correa registró unos resultados impresionantes, inspiraron pocos cambios. Francisco Sánchez Salazar, jefe del Centro Regional de Desarrollo Educativo en Matamoro , fue incluso despectivo. ” El método de enseñanza no hace mucha diferencia”.
Más que nunca, Juárez Correa se sentía como el burro en la historia. Pero entonces recordó a Paloma. Había perdido a su padre y fue creciendo en el borde de un vertedero de basura. En circunstancias normales, sus perspectivas estarían limitadas al extremo. Pero como el burro, que estaba temblando de los terrones de tierra , había comenzado a subir la loma que sube del pozo.
Los niños son el futuro no nada más de México sino del mundo, todos sabemos que debemos exigir cambios a nuestros gobernantes y premiar la iniciativa, la competencia y salir de ese círculo vicioso en el que estamos.
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