domingo, 24 de noviembre de 2013

Un trastorno que merece atención

 
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SALUD/TGD
Un trastorno que merece atención
Es conocido como Trastorno Generalizado del Desarrollo, una afección que aparece en la niñez y tiene como referencia las serias dificultades para relacionarse con el entorno. Una detección precoz es fundamental para que esas personas, y sus familias, puedan tener una mejor calidad de vida.
Myriam Pérez


Hasta hace algunos años muchos chicos que tenían inconvenientes para relacionarse o comunicarse eran diagnosticados como personas con retraso madurativo, pero este diagnóstico era tan amplio, y a veces tan poco preciso, que con el tiempo los estudios científicos fueron los encargados de comenzar a definir algunas patologías poco conocidas. Así es que ahora ya se sabe, por ejemplo, que el Trastorno Generalizado del Desarrollo -TGD-, es una de las afecciones más conocidas por estos tiempos. Si bien no hay números precisos de que cantidad de población infantil la padece, se sabe por los pacientes atendidos en lugares especializados que "son cada vez más los chicos con TGD", asegura la licenciada Lilian Giménez de Abriendo Caminos, único centro especializado en este trastorno en San Juan.

A esto se suma que si bien es una enfermedad tratable para lograr una mejor calidad de vida, generalmente es diagnosticada en forma tardía lo que hace más difícil su tratamiento. De hecho hay chicos que llegan para ser atendidos por una fonoaudióloga a los tres años porque no hablan ni una sola palabra y en realidad el problema va mucho más allá de esta especialidad. También sucede que gran parte de los casos son detectados recién cuando comienzan el jardín de infantes cuando la maestra advierte que no han desarrollado bien el lenguaje o no comparten actividades con sus pares, entre otros indicadores (Ver recuadro). Todo un problema que pone en jaque los tratamientos tempranos que son los que más opciones brindan para que estos chicos puedan tener una buena inserción social.

Para comenzar a aclarar el panorama hay que decir que los términos Trastorno del Espectro Autista (T.E.A) y Trastorno Generalizado del Desarrollo (T.G.D) se refieren a un grupo de Trastornos Cognitivos y Neuroconductuales asociados que aparecen en el desarrollo infantil. Es de naturaleza biológica ocasionado por múltiples causas y grados variados de severidad, incluyendo, pero no limitándose, a tres rasgos específicos como son: el deterioro en la socialización; el deterioro en la comunicación verbal y no verbal y, en tercer lugar, patrones restrictivos y repetitivos de la conducta.

El término "Generalizado" indica que afecta simultáneamente a mas de una línea del desarrollo, lo que no implica que no haya áreas de funcionamiento normal, pero se distingue de trastornos del desarrollo especifico.

Lilian indica que "pueden existir déficit de diversos grados que requieren de un programa de intervención temprana que deben ser sistemáticos y estructurales. El objetivo de la intervención debe favorecer en lo posible, la adaptación del niño con T.G.D a su entorno vital y a la comunidad desde el respeto a su autonomía, individualidad y dignidad. Así mismo se debe procurar a la familia, la atención que requiera para que mejore sus conocimientos y estrategias para ayudar a su niño y para que no se desestabilice el sistema familiar". 

En este sentido los programas de estimulación temprana son de vital importancia, para lo cual se necesita un diagnóstico interdisciplinario precoz; como así también un diseño de programas específicos y la puesta en práctica de intervenciones tempranas para pode utilizar recursos y métodos eficaces. Por supuesto que a la par será necesario un buena comunicación y colaboración entre los distintos servicios sociales, sanatorios y entidades educativas que contienen a él y su familia 

La experiencia indica que los programas de atención temprana pueden modificar positivamente el curso del desarrollo de los niños con T.G.D y mejorar sus posibilidades individuales de comprensión de la realidad social en la que viven de comunicación y aprendizaje.

"En general hay poco conocimiento de esto y los diagnósticos suelen ser tardíos. Muchas veces los pediatras no lo detectan a tiempo y otras veces los padres hacen una gran negación de ciertas situaciones, o piensan que son características propias del chico hasta que en la escuela le indican que algo está pasando", agrega Lilian.

Otro detalle a tener en cuenta es que no todos los chicos con TGD tienen bajo coeficiente intelectual, ya que uno de los tipos de TGD es el denominado Asperger, que son los niños con alto coeficiente (Ver recuadro con tipos de TGD).

Los chicos con TGD asisten a la escuela con acompañante terapéutico o maestra integradora lo que les permite avanzar de una manera "casi normal", en muchos casos. "Acá atendemos un chico que es del cuerpo de bandera y está a punto de ser dado de alta. Tiene un alto coeficiente intelectual, pero aún trabajamos en la inserción social", cuenta Lilian.



Tratamientos


Las terapias que se aplican en este centro para estos diagnósticos y que se consideran fundamentales son varias. Entre ellas está la estimulación sensorial, que permite trabajar diversas áreas cognitivas a través del uso de luces, sonidos y diversas texturas. Así también el entrenamiento cognitivo en el que se trabaja muy bien con el uso de programas

computarizados elaborados de acuerdo al nivel cognitivo que presenta cada niño y dentro del área psicomotriz se utiliza la técnica de "esferodinamia cognitiva" que consiste en el uso de pelotas y balones inflables que al ser tan atractivo para el niño permite trabajar el aprendizaje a través del cuerpo en movimiento. Además, esta técnica facilita el desbloqueo emocional y la socialización del paciente.

Dentro del área de comunicación y lenguaje se trabaja con los sistemas de comunicación alternativos y aumentativos como todas las técnicas utilizadas por las entrenadoras de la comunicación, terapistas del lenguaje y fonoaudiólogas complementadas con la asistencia del área pedagógica.

Otro abordaje es el psicológico en el que se trabaja los trastornos conductuales del paciente y la intervención necesaria y fundamental de la familia en el tratamiento. A esto se suma un área escolar debido a la necesidad del apoyo de la maestra integradora (DAI) o del acompañante terapéutico que asista al chico todos los días en la escuela.
http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=599692

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