2005. Arte argentino. Una muestra en el Malba marcó puntos de contacto entre la obra de Berni y otros artistas, un abordaje que se complejizó en la década.
Por Laura Malosetti
En 2005 se cumplieron 100 años del nacimiento de Antonio Berni. El Museo de Arte Latinoamericano (Malba) inauguró su temporada de exposiciones en marzo de ese año con una muestra colectiva dedicada al artista rosarino: Berni y sus contemporáneos. Correlatos , en la que se expusieron obras de diecinueve artistas argentinos estableciendo diálogos de diversa índole con el homenajeado. Berni aparecía ya como el artista alrededor de quien era posible organizar una lectura comprensiva del arte argentino del siglo XX. Desde Del Prete a Marcia Schvartz, el guión curatorial de Adriana Lauría proponía distintos vínculos posibles entre una vasta selección de obras de Berni y las de sus sucesivos contemporáneos. No fue una exposición rigurosa en un sentido histórico (organizada a partir de relaciones de taller, amistades, incluso pertenencias a un mismo círculo de sociabilidad o aprendizaje compartidos) sino que a partir del concepto amplio de correlatos ponía en escena diferentes criterios – algunos iconográficos, otros más bien formales o estilísticos – de articular su obra con la de otros grandes artistas nacionales. Salvo en el caso de Spilimbergo, con quien Berni tuvo una amistad profunda y una línea de trabajo en muchos sentidos compartida, los otros correlatos resultaron menos evidentes y en algunos casos señalamientos iluminadores de proximidades insospechadas. Las series de La vida de Emma de Spilimbergo y de Ramona Montiel de Berni fueron puestas en diálogo, así como las primeras pinturas y collages con los que Berni a fines de la década del cincuenta y los primeros años sesenta comienza a representar las villas miseria, en sintonía con obras de Kenneth Kemble y Mario Pucciarelli de esos mismos años. Fueron también señalados los puntos de contacto y proximidades entre la obra de Berni y la de artistas de la Nueva Figuración como Luis Felipe Noé y Ernesto Deira. Pero tal vez el correlato más sugestivo fue el establecido con los escultores: Alberto Heredia, Juan Carlos Distéfano, Norberto Gómez.
En julio de ese mismo año se presentó en Malba la notable biografía Los ojos de Antonio Berni escrita por Fernando García a partir de una investigación exhaustiva, con la que el personaje se iba construyendo en toda su complejidad en el centro de una polifonía de voces y miradas diferentes. Fue otra manera de poner a Berni en contexto.
Al año siguiente, en julio de 2006, en las salas del Centro Cultural Recoleta, se expuso Territorios de diálogo. (Argentina, España y México, 1930-1945, entre los Realismos y lo Surreal) , una notable muestra itinerante curada por Diana Wechsler, Jaime Brihuega y Rita Eder, en la que la obra de Antonio Berni de los años treinta y cuarenta se vio integrada en un contexto mundial: centrada en los años de entreguerras, de la crisis del 29 y la Guerra Civil Española, la exposición ponía el foco en las nuevas y urgentes formas en las que el arte y la política fueron vividos por artistas argentinos, mexicanos, españoles, franceses, alemanes. Berni –y también Spilimbergo, Forner y otros argentinos– fueron puestos en diálogo con Dalí, Miró, Picasso, Diego Rivera entre muchos otros. En esa oportunidad pudo verse por primera vez restaurada, y luego de años de litigios legales, Chacareros (1935).
La primera retrospectiva de Antonio Berni en el Museo Nacional de Bellas Artes, curada por Martha Nanni en 1984, significó para muchos un gran descubrimiento y un hito absolutamente inolvidable en esos tiempos de recuperación de la democracia, a sólo tres años de la muerte del artista. Desde entonces, ha estado en el centro de muchas relecturas, exposiciones, libros, tesis y contextualizaciones. El MNBA le dedicó en 2010 una exposición curada por Roberto Amigo en la que el eje fue una lectura de su obra en el contexto de diferentes coyunturas políticas.
En octubre de 2013 se inaugurará en el Museum of Fine Arts de Houston, en colaboración con Malba de Buenos Aires, la exposición Antonio Berni: Juanito y Ramona , curada por Mari Carmen Ramírez y Marcelo Pacheco. La exposición está dedicada a los dos personajes icónicos creados por el artista rosarino desde mediados de los años cincuenta en assemblages, collages y técnicas mixtas con los que creó un nuevo y desl
.http://www.revistaenie.clarin.com/arte/Miradas-Berni-muestra-Malba-figura-sigue-creciendo_0_1001299889.html
En julio de ese mismo año se presentó en Malba la notable biografía Los ojos de Antonio Berni escrita por Fernando García a partir de una investigación exhaustiva, con la que el personaje se iba construyendo en toda su complejidad en el centro de una polifonía de voces y miradas diferentes. Fue otra manera de poner a Berni en contexto.
Al año siguiente, en julio de 2006, en las salas del Centro Cultural Recoleta, se expuso Territorios de diálogo. (Argentina, España y México, 1930-1945, entre los Realismos y lo Surreal) , una notable muestra itinerante curada por Diana Wechsler, Jaime Brihuega y Rita Eder, en la que la obra de Antonio Berni de los años treinta y cuarenta se vio integrada en un contexto mundial: centrada en los años de entreguerras, de la crisis del 29 y la Guerra Civil Española, la exposición ponía el foco en las nuevas y urgentes formas en las que el arte y la política fueron vividos por artistas argentinos, mexicanos, españoles, franceses, alemanes. Berni –y también Spilimbergo, Forner y otros argentinos– fueron puestos en diálogo con Dalí, Miró, Picasso, Diego Rivera entre muchos otros. En esa oportunidad pudo verse por primera vez restaurada, y luego de años de litigios legales, Chacareros (1935).
La primera retrospectiva de Antonio Berni en el Museo Nacional de Bellas Artes, curada por Martha Nanni en 1984, significó para muchos un gran descubrimiento y un hito absolutamente inolvidable en esos tiempos de recuperación de la democracia, a sólo tres años de la muerte del artista. Desde entonces, ha estado en el centro de muchas relecturas, exposiciones, libros, tesis y contextualizaciones. El MNBA le dedicó en 2010 una exposición curada por Roberto Amigo en la que el eje fue una lectura de su obra en el contexto de diferentes coyunturas políticas.
En octubre de 2013 se inaugurará en el Museum of Fine Arts de Houston, en colaboración con Malba de Buenos Aires, la exposición Antonio Berni: Juanito y Ramona , curada por Mari Carmen Ramírez y Marcelo Pacheco. La exposición está dedicada a los dos personajes icónicos creados por el artista rosarino desde mediados de los años cincuenta en assemblages, collages y técnicas mixtas con los que creó un nuevo y desl
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