ago 272013
Los
educadores sabemos que el hábito de la lectura supone muchos factores
favorables al desarrollo del niño, porque aumenta su capacidad de
pensamiento, mejora su ortografía, contribuye a su manejo de la
redacción, y le permite obtener una visión del mundo más amplia que
influirá a que tenga conceptos más claros sobre todo aquello de lo que
lea. Educar este aspecto es más que aprender a leer, hay que leer de
verdad, y la renuencia de los niños y jóvenes podríamos achacarla a la
dejadez de maestros y adultos, que no se tomaron en serio, la tarea de
motivar a los niños en la lectura. Por tanto
es justo este punto en el que los educadores debemos hacer más hincapié
fomentando el hábito lector en los niños y por supuesto dando ejemplo de
ello nosotros mismos.
No existen fórmulas mágicas para convertir al niño y la niña en lectores, debe ser un esfuerzo de padres, madres y maestros que induzcan al estudiante desde temprana edad a la lectura útil, entretenida y placentera, en la que se ría, llore, sueñe, viaje y se traslade a mundos desconocidos y sorprendentes. La escuela tiene un rol importante también en convertir a niños y niñas en lectores. Mucho ayuda la actualización de los docentes en métodos y estrategias constructivistas para el aprendizaje de la lectura. Una vez que los estudiantes aprendan a leer se debe continuar estimulando el hábito lector a través de academias de lectura, minutos diarios de lectura libre sin imponer lecturas, no hay que vincular los castigos con la actividad lectora, visitas a las bibliotecas, etc.
No existen fórmulas mágicas para convertir al niño y la niña en lectores, debe ser un esfuerzo de padres, madres y maestros que induzcan al estudiante desde temprana edad a la lectura útil, entretenida y placentera, en la que se ría, llore, sueñe, viaje y se traslade a mundos desconocidos y sorprendentes. La escuela tiene un rol importante también en convertir a niños y niñas en lectores. Mucho ayuda la actualización de los docentes en métodos y estrategias constructivistas para el aprendizaje de la lectura. Una vez que los estudiantes aprendan a leer se debe continuar estimulando el hábito lector a través de academias de lectura, minutos diarios de lectura libre sin imponer lecturas, no hay que vincular los castigos con la actividad lectora, visitas a las bibliotecas, etc.
No es fácil lograr el interés infantil,
etapa ideal para enseñar a los niños el valor de la lectura y
encaminarlos al gusto de la misma en los libros; tampoco es imposible,
basta con tomar en cuenta algunos trucos para motivar la lectura en los
niños, que ayuda en alguna medida a despertar su curiosidad. Y es la
curiosidad a lo que mejor podemos recurrir a la hora de querer encaminar
a un niño en el disfrute de la literatura, porque una vez adquirido el
hábito de la lectura permanece por siempre para mejora de la vida del
que lee.
Los aspectos más importantes que hemos de tener en cuenta para que nuestra labor sea exitosa, son entre otros los siguientes:
- Elegir libros acordes a la edad, los libros demasiado formales para niños pequeños lejos están de motivarles a leer, cuando se trata de escolares de corta edad, lo mejor es elegir relatos cortos y muchas ilustraciones, aspectos que se irán dejando conforme crece más. Cuando son adolescentes los que queremos llevar por camino de la literatura, lo que debe imperar son los libros con historias que tengan intriga o resulten de un suspenso que les mantenga aferrados a la historia.
- Empezar con libros cortos para los jóvenes y con pequeños relatos para los niños, el agobiar a alguien que apenas se adentra en la literatura con enormes libros, solo provocará que lejos de sentirse atraído se vea aburrido. Historias breves, relatos emocionantes, historias que motiven a la duda o a cuestionamientos porque despiertan la curiosidad y obligan a leer. Tener en cuenta que no se despierta el hábito lector de un día para otro, que realmente es un desarrollo gradual.
- Leerles cuentos en voz alta a los más pequeños, los más mayores pueden hacerlo ellos mismos al resto de los compañeros, intentando lograr que los que escuchan entiendan lo que se narra y cultivar de esta manera la atención. Hacer preguntas sobre lo que les ha gustado, los personajes y sus acciones, el momento más interesante. Leer de nuevo sustituyendo nombres o situaciones para provocar respuestas de los oyentes “te equivocaste” y deben decir lo correcto en su momento.
- Elegir libros acordes a la edad, los libros demasiado formales para niños pequeños lejos están de motivarles a leer, cuando se trata de escolares de corta edad, lo mejor es elegir relatos cortos y muchas ilustraciones, aspectos que se irán dejando conforme crece más. Cuando son adolescentes los que queremos llevar por camino de la literatura, lo que debe imperar son los libros con historias que tengan intriga o resulten de un suspenso que les mantenga aferrados a la historia.
- Empezar con libros cortos para los jóvenes y con pequeños relatos para los niños, el agobiar a alguien que apenas se adentra en la literatura con enormes libros, solo provocará que lejos de sentirse atraído se vea aburrido. Historias breves, relatos emocionantes, historias que motiven a la duda o a cuestionamientos porque despiertan la curiosidad y obligan a leer. Tener en cuenta que no se despierta el hábito lector de un día para otro, que realmente es un desarrollo gradual.
- Leerles cuentos en voz alta a los más pequeños, los más mayores pueden hacerlo ellos mismos al resto de los compañeros, intentando lograr que los que escuchan entiendan lo que se narra y cultivar de esta manera la atención. Hacer preguntas sobre lo que les ha gustado, los personajes y sus acciones, el momento más interesante. Leer de nuevo sustituyendo nombres o situaciones para provocar respuestas de los oyentes “te equivocaste” y deben decir lo correcto en su momento.
- Presentar dibujos de diferentes
indumentarias y objetos de personajes sobre algún cuento leído. Recordar
algunos pasajes de la lectura, mostrar poco a poco las láminas, una vez
que los niños y niñas han asimilado los nuevos dibujos, distintos a los
originales del libro pero relacionados con los personajes, preguntar
con quienes se relacionaría, pueden jugarse concursos como de puntos
para competir entre ellos.
- Elaborar lista de los personajes entre todos.
- Crear unos personajes nuevos para una historia escrita o narrada entre todos.
- Dialogar sobre la valoración de
contenidos, qué ha gustado más?, qué ha gustado menos?, qué les ha
parecido divertido?, lo más real, lo más misterioso, lo más aburrido, lo
más maravilloso y por qué. Se invita a los lectores a comparar entre lo
leído y la vida real y su problemática, evitando tocar problemas
personales. Compartir mensaje del texto.
- Hacer que los niños escriban sus
propias historias y las lean a sus compañeros que podrán valorarlas
siempre de manera positiva y constructiva
.http://proyectosytrabajosescolares.com/archivos/847
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