martes, 5 de noviembre de 2013

Los chicos tienen que ir sanos a la escuela y que uno de la familia trabaje”

Los chicos tienen que ir sanos a la escuela y que uno de la familia trabaje”

POR HORACIO BILBAO

05/11/13
“El pasado no muerde”, grafica el filósofo, físico y epistemólogo Mario Bunge café de por medio en el bar de la Biblioteca Nacional. Se refiere, entre otras cosas, a la necesidad de reinventar el socialismo, tema que trata en su último libro. Este hombre, autor de más de 80 títulos, se fue de la Argentina hace 50 años y a los 94 sigue tan polémico como siempre. Dice que le gustaría volver al país, y que estuvo haciendo números. “Si la jubilación me la pasan al dólar oficial, no me alcanza”, lamenta. Pero sigue trabajando. Acá y allá, en Canadá. Dirige un seminario en Exactas y vino al país para presentar ¿Tiene porvenir el socialismo?
(Eudeba), una compilación que hizo junto al periodista Carlos Gabetta. Se compone de seis ensayos, escritos por tres autores argentinos y tres españoles. “El socialismo era un ideal impreciso”, advierte Bunge, y no ahorra críticas a diestra y siniestra. Es un discutidor nato. Hace 30 años que se interesa por el cruce entre filosofía, política y ética. Crítico del marxismo, aunque él mismo fuera un marxista en su juventud, dice que el socialismo no fracasó ni triunfó. “Nunca se practicó”. Dice también que está alejado de la política, pero cuando lean esta entrevista quizás lo pongan en duda.
Es una doble pregunta el título del libro, sobre el futuro y sobre el pasado.

Sí, y se resume en una, ¿qué clase de socialismo tiene futuro? El dictatorial no, el puramente reformista, que no hace más que administrar el Estado capitalista, tampoco. Para mí el socialismo es democracia pura.
La Argentina, hasta el peronismo, tuvo grandes movimientos socialistas. Y anarquistas. En los 70, se volvió a cuestionar el orden social desde una perspectiva socialista. Hoy, a pesar de que llevamos 30 años de democracia, el orden social no se cuestiona, ¿coincide con esta mirada?

Sí. Hoy hay griterío en la Argentina, pero no se discute nada. Necesitamos gente que estudie y trabaje seriamente sobre los problemas sociales.
¿Con “griterío” se refiere a las últimas elecciones?

Lo que hemos visto es caciquismo puro. Todos dicen “sígueme”, pero ninguno explica por qué hay que seguirlo. No hay programas, con excepción del doctor Binner.
¿Puede haber democracia real en un marco capitalista?

Muy limitada, porque no se democratiza la propiedad, que queda en manos de los monopolios. El índice de Gini, que mide la desigualdad, es el doble en los Estados Unidos que en Dinamarca o Japón. En Japón un jefe de empresa gana 4 veces lo que sus empleados, en los Estados Unidos puede ganar 30 mil veces más.
¿Puede haber empresarios en un mundo socialista?

Tiene que haber líderes en todas las áreas. En el campo económico, en el político y en el cultural. Acá tuvimos la suerte de tener 3 o 4 líderes científicos. Leloir, Houssay… Líderes, no caciques…
Claro. Que formen gente, que la eduquen. Cuando la dictadura del 43 echó por primera vez a Houssay de la Facultad de Medicina, tenía junto a él 100 investigadores de tiempo completo que venían del exterior para formarse. Luego la izquierda no supo valorarlo porque tenía opiniones conservadoras. No le gustó la reforma del 18, la consideraba puramente política.
¿Cuáles son los pensadores que debería recuperar el socialismo?

No se puede renovar el socialismo por encargo. Eso tiene que venir de los estudiosos en serio. Y es difícil con el estado actual de las Ciencias Sociales en la Argentina.
¿Por qué?

Aquí se han politizado las universidades sin elevar el nivel teórico y científico. Eso empezó con la Reforma del 18. En algunas universidades, en Ciencias Políticas, no hay bibliotecas. ¡Una facultad sin bibliotecas! Además, obligan a los alumnos a leer apuntes de presuntos pensadores. Macaneadores posmodernos como Michel Foucault, Derrida, Deleuze. No hay científicos políticos porque no hay demanda, y no hay demanda porque los comités políticos no los consultan.
Usted ofrece algunas claves para acotar el concepto de socialismo.

Sí, retomo la vieja idea de Louis Blanc, de 1839. El fue el autor de una definición muy usada por los socialistas. “A cada cual según sus necesidades, de cada cual según su capacidades”.
¿Me permite decir que su defensa de los socialismos está hecha desde una perspectiva liberal?

Liberal en un sentido. Yo, a diferencia de los liberales, no creo que se pueda privilegiar un valor a expensas de otros. No creo en la libertad sin igualdad ni fraternidad. La Revolución Francesa la pegó, los tres van juntos. Si subraya la libertad, lleva al desinterés por el bien social, si subraya la igualdad, disminuye la responsabilidad, la iniciativa y el liderazgo individual, y si subraya la fraternidad, está predicando que los zorros confraternicen con las gallinas, y eso no es posible. Las tres cosas juntas, sí. Lo mismo pasa con la educación, no basta con clamar por mejores escuelas, los chicos tienen que ir sanos e integrar familias en las que por lo menos un miembro trabaje.
Trabajo, educación y salud van juntos. Los valores siempre se dan en paquetes, no funcionan individualmente.

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