domingo, 3 de noviembre de 2013

Un arte que gana cada vez más valor

El escenario


En su novena edición, Buenos Aires Photo llega para confirmar el lugar ascendente de la fotografía en la oferta de las galerías, en las colecciones de los museos y, muy especialmente, en la mira de los coleccionistas. Decía anteanoche un querido amigo que todavía está arrepentido de no haber comprado en los noventa una foto de Horacio Coppola por 1500 dólares. Hoy vale veinte veces más y, encima, no se consiguen las imágenes vintage del maestro, capaz de pintar a Buenos Aires desde el ojo de la cámara.
La fotografía no sería lo que es hoy sin la acción sostenida de Ediciones Larivière. Además, en la legitimación de un lenguaje, que es el canal expresivo de miles de artistas contemporáneos, ha sido clave la decisión de los museos de sumar a su patrimonio colecciones de fotografías, como ocurre en el Museo Nacional de Bellas Artes a partir del conjunto incorporado por Sara Facio.
Formada por el joven banquero Jorge Correa, con curaduría de Facundo de Zuviría, la selección del Rabobank traza una historia de la fotografía argentina con algunas joyitas fuera de serie. Fue exhibida en una recordada exposición en el pabellón de muestras temporarias y hoy forma parte del acervo de nuestro museo mayor. Este cambio en la apreciación y valorización de la fotografía en su estatus de "obra de arte" prolonga la tendencia internacional establecida desde la escuela de la Nueva Objetividad alemana, de la que salieron fotógrafos geniales como Thomas Ruff, Thomas Struth y Andreas Gursky, tres de los artistas más cotizados del mercado internacional.
Sus fotografías de gran formato, inspiradas en escenas de la Fórmula 1, vistas aéreas onda Google Earth, la vida cotidiana o el interior de la Bolsa de Dubai en el cierre de una rueda, se cotizan hoy en millones de dólares.
La puesta en valor de un soporte que nació como registro documental a fines del siglo XIX ha derivado en nuevas búsquedas y resoluciones, con la incorporación de herramientas de acceso masivo. Buenos Aires Photo es un buen ejemplo de la multiplicidad de imágenes y estéticas. Desde el pictórico Premio Petrobras ganado por Dino Bruzzone, a las clásicas imágenes de Diego Ortiz Mujica ( best seller año tras año), hasta los paisajes espesos de Ananké Aseff y Nuna Mangiante, las ilusiones de Leandro Erlich, el horizonte brumoso de las bellas imágenes de Esteban Pastorino y las icónicas tomas del consagrado Aldo Sessa. En paralelo, con la legitimación de las instituciones, se establecieron reglas de juego claras en cuanto a la cantidad de copias, prueba de artista y documentación pertinente, para hacer de cada imagen un original único e irrepetible. Elemental Watson.

No hay comentarios:

Publicar un comentario