POR DOMINIC BARTON DIRECTOR GERENTE GLOBAL DE MCKINSEY & COMPANY
07/01/14
El año pasado, el mundo dio un paso más hacia la Era Digital, una época global de cambios cuyos probables efectos sobre la economía mundial sean dos a tres veces mayores que los de la Revolución Industrial. En los últimos dos años se creó cerca de un 90% de la información total del mundo, y se espera que para 2020 la cantidad de datos almacenados se haya multiplicado por 50 en comparación con 2010. Muchos expertos ven esta enorme explosión de información como el nuevo petróleo.
Una profusión así de datos se ve impulsada por el hecho de queInternet se encuentra prácticamente en todos lados.
Para el año 2020 se espera que los teléfonos inteligentes conecten a entre 2 y 3 mil millones más de personas, con miles de millones de sensores monitoreando todo tipo de equipos, desde tractores a motores a reacción, y que los próximos avances en capacidad de procesamiento informático permitan grandes aumentos de las capacidades de análisis y almacenamiento de datos.
En este entorno, la fluidez de la gestión y la analítica de datos será vital para el éxito de las organizaciones.
Un estudio publicado en 2011 por Erik Brynjolfsson y sus colegas del MIT indicó que las compañías que toman decisiones alimentadas por datos tenían entre un 5 y un 6% más de productividad que aquellas que no lo hacían. La capacidad de capturar, organizar, sacar conclusiones y realizar transacciones con datos se ha convertido en una competencia fundamental en todos los sectores de la economía.
Los resultados del nuevo crisol de datos y análisis se están expandiendo por los sectores público y privado. Netflix, el popular sitio web de video en continuo, ha utilizado su vasta base de datos de búsquedas, visualizaciones, pausas y opiniones de los usuarios para crear House of Cards, una serie ideada para Internet que combina un director y un actor populares (David Fincher y Kevin Spacey) con tramas sacadas de un popular show británico del mismo título, logrando altas puntuaciones en los indicadores de popularidad de la empresa.
También en otros ámbitos de la economía la toma de decisiones alimentadas por datos se está convirtiendo rápidamente en un estándar para el desarrollo de productos, la mercadotecnia y la interacción con los clientes, complementando (y, en algunos casos, reemplazando) la intuición y la experiencia.
También está simplificando las cadenas de suministro, mejorando los horarios de la fuerza de trabajo y optimizando los procesos de manufactura.
Es probable que la revolución más importante ocurra entre sectores de la industria, a medida que el acceso privilegiado a datos patentados redefina las líneas de combate con la competencia.
Copyright Project Syndicate, 2014.
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