jueves, 9 de enero de 2014

La meta de 190 días de clases

09/01/2014 EDITORIAL

La meta de 190 días de clases

Tampoco en 2014 se podrá alcanzar en San Juan el mínimo de jornadas áulicas por el exceso de feriados nacionales.

        
El dictado de un piso de 190 días de clases al año, establecido mediante la Resolución 165/2011 del Consejo Federal de Educación, seguirá siendo una utopía como se comprobó en el último ciclo lectivo, al enfrentarse otra de las incongruencias del Gobierno nacional. Por un lado buscó garantizar los objetivos de los programas escolares y por otro dispuso una serie de feriados con el agregado de los días "\'puente\'\' que dieron lugar a los fines de semana largos.

En consecuencia, la inactividad oficial suma un mes más a las vacaciones anuales, pero esta parálisis productiva tampoco termina allí, ya que se debe sumar también los asuetos locales, provinciales y municipales, según variadas fechas conmemorativas, como ocurre también en San Juan. Si a este calendario ocioso se le suman los paros nacionales y provinciales de la especulación sindical docente, y las interrupciones por refacciones de edificios escolares, por la vieja costumbre de hacer trabajos de infraestructura cuando ya han comenzado las clases, es de imaginar los resultados del aprendizaje. 

Concretamente, la ministra de Educación de la provincia, Cristina Díaz, ha declarado que no hay forma de cumplir con los 190 días de clases debido a la cantidad de feriados. Sin embargo, en octubre último el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni y los representantes de las 24 jurisdicciones del país, incluida San Juan, acordaron el inicio de las clases en 2014 para el 26 de febrero y el cierre el 19 de diciembre, con el propósito de garantizar los 190 días de clases establecidos por el Consejo Federal de Educación.

Si bien en este contexto se habla de cantidad de días de clase, pero poco se dice de la calidad educativa que en definitiva es lo que importa. Y tener menos días de clase no es justificativo para no llegar a completar el programa, ya que hay escuelas universitarias y privadas que terminan los contenidos y eso se refleja en el nivel de los alumnos. Lo que ocurre es que la escuela pública suma los problemas generales a los puntuales, en general por ausencia de docentes y de servicios prioritarios como ocurre en establecimientos rurales carente de agua, gas y luz.

La última evaluación del Programa Internacional PISA, para alumnos de 15 años en conocimientos básicos, revela el deterioro de la calidad educativa en la Argentina, con un retroceso preocupante que ha reconocido el propio ministro Sileoni. El país terminó en el puesto 59 entre 65 naciones: siete de cada 10 jóvenes argentinos obtuvieron la nota más baja en matemáticas.http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=605631

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